Este año 2024 llega con nuevas regulaciones para los productores de vino europeo. Se avecina todo un nuevo formato para el etiquetado de las botellas y aunque no lo veáis de forma súbita, la cosecha de este año supondrá un antes y un después en este amplio mercado.
Aunque la nueva normativa solo afecta las cosechas de vino producidas dentro de la Unión Europea y no a aquellos productores fuera de la misma, lo cierto es que las molestias provocadas por el anuncio no han sido escasas en esta rama productiva.
Estas regulaciones llevan varios años sobre la mesa de debates y lo cierto es que no es para menos, ya que el etiquetado del vino lejos de lo que podría pensarse como algo mas sencillo o liviano, es todo lo contrario, requiere de un trabajo detallado y sensible directamente asociado con la venta y presentación del producto. Por otro lado, y no menos importante encontramos lo referente a los costos adicionales que supondría para cada bodega tener que asumir el nuevo etiquetado
su cosecha que para esta fecha ya debe está contratada.Esta medida requiere que la contraetiqueta del vino incluya la información nutricional, alérgenos y los ingredientes de la producción. Esta información era demandada por los clientes, sobre todo para el que mantiene una dieta saludable y controla los nutrientes que incorpora a su organismo, en especial las calorías, los alérgenos y toda esta información siempre es favorable para el consumidor.
Sin embargo, algunos productores temen que la falta de conocimiento científico acerca de la viticultura pueda influir en la venta de este producto, matizado específicamente por el lenguaje tan técnico que tienen en ocasiones los ingredientes y que pueden alarmar al consumidor.
La medida ha generado mucho descontento en el sector productor de vinos, no solo porque aumenta el volumen de trabajo asociado, sino porque eleva los costos en un altísimo valor y deben ser implementadas independientemente del tamaño de la bodega, la cantidad de producción o el tipo de vino.
Un aspecto sumamente ambiguo y abierto, que sugiere el nacimiento de una norma global y universal, que agrupe regulaciones para todos los productores es el tema de la diversidad en la exportación. Para algunos países como Estados Unidos esta información, no solo no es necesaria, sino que puede ocurrir una devolución o retroceso en los negocios comerciales.
Contemplar la opción de establecer dos etiquetas diferentes, una para la comercialización dentro de la Unión Europea y otra para la exportación supone un costo sumamente alto. Lo cual genera una visión también prejuiciosa del tema.
Muchos productores lamentan el hecho de que esta normativa, solo sea para el vino cuando existen aun gran cantidad de productos que no contienen estas regulaciones, como, por ejemplo, otras bebidas de alto porciento de alcohol, algunos zumos, y otros alimentos o bebidas procesadas.
Si bien es cierto que la normativa zanja las diferencias que hasta el momento existían con otros producto respecto al vino, si seria justo que todos ellos contengan la información necesaria para el cliente que lo consume.
Esta rica y exquisita sopa de coliflor, sin gluten y cetogénica es ideal para las…
Valencia, conocida por sus vibrantes Fallas y la paella, está experimentando un renacer gastronómico en…
Los tradicionales y exquisitos Spaghetti alla Puttanesca, originarios de Nápoles, Italia, son una auténtica maravilla…
Esta es una receta clásica de todos los tiempos. Un plato que jamás falla y…
Las galletas de chocolate son un postre realmente rico y sabroso, a todos nos encanta.…
Con estos sencillos y deliciosos ñoquis de espinacas tendrás la cena garantizada y créeme que…