Precalienta el horno a 200 °C y mientras tanto lava muy bien los boniatos con un cepillo para asegurarte de que no le queden ningún tipo de impurezas, luego sécalos bien para que no estén muy húmedos.

Ahora con ayuda de un tenedor pincha cada uno de los boniatos. (Solo algunos pinchazos)

Al terminar colócalos sobre una rejilla para horno (es mejor que una bandeja porque el calor es parejo por arriba y abajo)

Lleva al horno precalentado y hornéalos durante 50 o 60 minutos hasta que al pincharlos con un palillo se sientan blandos.

Retíralos del horno y deja reposar hasta que se enfríen un poco para pelarlos y consumirlos de la forma que desees.