Comenzamos preparando las berenjenas puede debemos quitarle el amargor o lo picoso de su sabor. Para ello las picamos en láminas longitudinales y le agregamos sal para dejarlas reposar mientras preparamos el resto de los ingredientes.
Pasamos ahora a elaborar la carne picada, para ello agregamos 4 cucharadas de aceite en una sartén a fuego medio.
Cuando esté aliente añadimos la cebolla bien picadita y rehogamos un poco hasta que esté trasparente.
Luego agregamos la carne picada y cocinamos por unos 3 o 5 minutos hasta que no se noten partes crudas, en este paso también le agregamos sal al gusto.
Pasado esos minutos de cocción, vertemos la salsa de tomate y mezclamos para que se integre bien, cocinamos por unos 2 minutos y apagamos el fuego.
Ahora es el turno de hacer la bechamel, por lo que colocamos un reciente al fuego (medio bajo) y agregamos la mantequilla, cuando esté derretida vertemos la harina y mezclamos para que se integren por completo.
Una vez integradas vamos a ir añadiendo la leche en chorritos removiendo constantemente para que no se formen grumos. (la leche deberá estar a temperatura ambiente).
Al terminar de agregarle la eche continuamos mezclando sin parar y le añadimos una pizca de sal, (si usas mantequilla con sal no será necesario).
Dejamos que rompa el hervor para que se espese y en cuanto la notemos espesa apagamos el fuego y retiramos inmediatamente.
Lo siguiente es secar el exceso de líquido de las berenjenas producido por la sal que le agregamos y sofreírlas por ambas caras en una sartén o plancha con un chorrito de aceite de oliva.
Lo que queda es montar las capas de la lasaña por lo que ponderemos en el fondo de una bandeja para horno primero una capa de berenjenas, luego carne molida y encima bechamel.
Repetimos le proceso hasta formar 3 capas, al final dejamos la capada de bechamel y queso rallado para gratinar.
Llevamos al horno precalentado a 200ºC hasta que se derrita el queso y se note dorado, entre 10 y 12 minutos.