Comenzamos haciendo la masa para la tarta, pare ello mezclamos el azúcar con la maquetilla a temperatura ambiente hasta formar una crema.

Luego agregamos 2 huevos e integramos bien en la crema que habíamos obtenido.

Añadir la harina con la pizca de sal, y amasamos unos pocos minutos hasta integrar formar una masa homogénea.

Con la masa hacemos una bola, la cubrimos con papel film y refrigeramos durante 2 horas.

Pasado este tiempo, la retiramos, le colocamos un papel de horno o film por encima y con un rodillo la estiramos hasta lograr que tenga algo menos de 1cm o ¼ de pulgada de grosor.

Con mucho cuidado, trasladamos la masa hacia el molde, la acomodamos bien y cortamos los bordes sobrantes. Con esa masa que sobra la volvemos a integrar y cortamos tiras con las que formaremos la parte superior de la tarta, pero estas últimas las vamos a reservar para más adelante.

Agregamos la mermelada y las fresas picadas en el interior para formar el relleno, acomoda las fresas como más te guste, eso sí trata de integrar tanto la mermelada como las fresas.

Ahora colocamos encima el resto de la masa que ya habíamos cortado en tiras, formaremos una especie de rejilla.

Batimos el huevo que nos queda, pincelamos toda la superficie y espolvoreamos con azúcar.

Horneamos en el horno precalentado a 215°C con calor solo por debajo durante 20 minutos, luego reducimos la temperatura a 180°C y horneamos durante 40 o 50 minutos más o hasta que notemos que la masa esté dorada. Durante el horneado suelo cubrir el borde superior con papel de aluminio para que no se queme, si noto que al final le falta dorarse más, retiro el papel de aluminio y continúo horneando hasta que toda la parte superior esté dorada.

Retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente hasta cortarla para degustarla.