Vierte los pistachos en el procesador de alimentos. Tritura por 12 minutos hasta alcanzar una consistencia de pasta brillante, detén el procesador cada 1 minuto, remueve los pistachos y sigue procesando.
Cuando esté lista la pasta de pistacho, retírala del procesador y viértela en un recipiente.
Añade al recipiente la leche condensada, la vainilla y mezcla bien estos ingredientes.
En otro recipiente coloca la crema para batir, y con la batidora de mano eléctrica en velocidad media, bate la crema por 5 minutos hasta que se monte y quede espesa.
Agrega a la crema montada, la pasta de pistacho y mezcla bien los ingredientes con movimientos envolventes para airear la preparación.
Vierte esta mezcla en el molde que vayas a usar para refrigerar.
Tritura un puñado de pistachos con el mortero y viértelos por encima de la mezcla.
Tapa el molde y ponlo a refrigerar durante la noche.
Pasado el tiempo, retira el helado del congelador, deja reposar por 10 minutos, sirve generosamente y ¡a disfrutar!