Cómo Conservar el Pan Fresco por más Tiempo

A quien no le encanta el buen pan fresco, es delicioso y además forma parte de la dieta de millones de personas alrededor del mundo y una perfecta baguette francesa o una bola crujiente de masa madre son auténticas maravillas de la gastronomía, sin embargo, su vida útil se ve limitada de aproximadamente 3 días.

Si quieres conservar mejor tu pan en casa y aprender algunos consejos sumamente útiles sobre cómo almacenarlos y conservarlo correctamente has llegado al lugar indicado. Te muestro como tener siempre pan fresco y listo para comer.

Consejos para mantener el pan fresco y que dure más

Para guardar el pan a temperatura ambiente en la encimera o el mostrador, te recomiendo que lo envuelvas en papel, si al comprarlo lo adquiriste con un envoltorio de fábrica, éste será el mejor para conservarlo. Asegúrate de alejarlo de equipos electrodomésticos que liberen calor como el microondas.

Evita guardar el pan en envoltorios de plástico, si bien puedes pensar que esto funciona, lo que harás será retener la humedad, no permitir que el pan respire o se encuentre correctamente ventilado y hace que el moho aparezca más rápidamente.

Otra variante eficaz es utilizar una caja para pan. Este método es perfecto para proteger el pan correctamente, previene las plagas y garantiza una ventilación adecuada del producto.

Evita guardar el pan en la nevera, este método hará que el pan se reseque demasiado y la humedad del equipo hará que prolifere la aparición del moho.

Para conservar el pan correctamente y de la mejor manera lo mejor es guardarlo en el congelador. Lo primero que debes hacer es cortarlo en porciones grandes, para que luego tengas raciones que puedas usar con facilidad sin tener que manipular la barra de pan entera cada vez que vayas a consumir.

Solo en este caso puedes usar envoltorios de plástico, así evitas que el pan sufra quemaduras por el frío y obtienes un cierre hermético. A la hora de consumir retira el plástico, llévalo al horno o la tostadora y el resultado será un muy buen pan, prácticamente como el primer día, calentita, fragante y fresco.

Pon en práctica estos consejos y verás que siempre tendrás pan bien conservado, fresco y listo para comer en cualquier ocasión con la textura y sabor del día que lo compraste.