Comenzamos preparando el caldo desde el día anterior poniendo los garbanzos en remojo con el durante 12 horas.
Luego los escurrimos y ponemos a coser en una olla con los litros de agua a fuego fuerte hasta que comience a hervir.
En ese momento le restiramos la espuma que se forma en la superficie y luego bajamos el fuego para que se cocinen por 1 hora y media, hasta que se ablanden.
Retiramos los garbanzos y reservamos el caldo que ha quedado. Por otra parte, cortamos la panceta en tiras pequeñas y sofreímos junto con la costilla en una sartén con el aceite caliente durante 8 o 10 minutos hasta que se doren. Le añadimos un poco de sal en ese tiempo.
Retiramos las costillas y la panceta y en esa grasa que ha quedado cocinamos la patata cortada en rodajas durante 5 minutos para que se doren un poco por ambos lados.
Retiramos también la patata y reservamos, mientras ponemos a precalentar el horno a 250 °C con calor arriba y abajo con ventilación.
En la sartén sofreímos ahora el arroz, los garbanzos cocidos y el resto de los ingredientes menos el tomate, el ajo y las morcillas.
Una vez que el arroz se integre bien con estos ingredientes lo vertemos en la cazuela de barro.
Le agregamos 640ml de caldo bien caliente, removemos un poco para que se disperse bien y acomodamos encima de forma circular las rodajas de patata, las morcillas el tomate picado también en rodajas y en el centro colocamos la cabeza de ajo.
Llevamos al horno precalentado a 250 °C y dejamos cocinar por 20 minutos.
Pasado este tiempo retiramos y tapamos con un paño para que el vapor lo termine de cocinar por otros 10 minutos antes de servirlo.