Comenzamos lavando muy bien la fresas, retirándoles el extremo con las hojas verdes y luego las trocemos en 4 o 6 pequeñas porciones.

Acomodamos todos los trozos de fresas en un fuete o en la cacerola donde la vayamos a cocinar y agregamos toda el azúcar y el zumo de limón.

Mezclamos muy bien y dejamos durante 1 hora en reposo a temperatura ambiente. Puedes dejarla incluso por más tiempo o durante toda la noche, pero con 1 hora en este caso será suficiente.

Pasado este, notaremos como el azúcar se disuelve por completo, lo que indica que es tiempo de que iniciemos la cocción.

Con toda la fresa y el líquido en una cacerola comenzamos a cocinar la mermelada de fresa a fuego medio durante 30 minutos mientras removemos constantemente.

Luego de los 30 minutos ya la espuma que se formó al principio debe desaparecer, esto nos indica que la mermelada está lista y si queremos hacer una prueba definitiva usaremos un plato recién sacado de la nevera para verter una pequeña porción y trazar una línea en su centro, si notamos que no se usa entonces ya es momento de apagar el fuego.

Dejamos enfriar la mermelada a temperatura ambiente y luego la vertemos en recipientes de cristal esterilizados para conservarla por más tiempo.