Corta los extremos del solomillo para que quede mejor dentro del hojaldre, espolvorea sal y pimienta al gusto por ambas caras.
Pon el sartén a fuego medio alto y añade las dos cucharadas de aceite de oliva; cuando esté caliente sella el solomillo por sus extremos y luego por los lados. Una vez sellado colócalo en un plato con papel absorbente.
Para hacer el relleno, corta la cebolla y los champiñones en cubos pequeños, incorpora la cebolla al sartén del paso anterior y sofríe unos minutos a fuego medio alto; seguidamente agrega los champiñones, un poco de sal, mezcla hasta que se doren y retira del fuego.
Adiciona las dos cucharadas de paté e intégralo al resto de los ingredientes.
Una vez listo el relleno, viértelo en un recipiente, cúbrelo con un film y colócalo 10 minutos en el congelador.
Coloca la lámina de hojaldre de 25 x 27 cm encima de un papel para hornear y corta dos tiras para decorar, usando el corta pizzas.
Pon cinco lonchas de beicon, agrega el relleno encima de ellas y por último coloca el solomillo.
Pinta el solomillo con mostaza, cúbrelo con el hojaldre y si falta una parte por cubrir pon más relleno y otra loncha de beicon. Para cerrar los extremos, úntales huevo batido con ayuda del pincel.
Coloca el solomillo en una bandeja de horno cubierta con papel para hornear y decóralo usando las tiras de hojaldre y píntalo con huevo batido.
Por último, pínchalo con un tenedor para que salga el vapor y no se abra el hojaldre.
Llévalo al horno precalentado a 200oC y déjalo de 30 a 40 minutos hasta que se dore.
Ya listo, retíralo del horno, pero antes de cortarlo déjalo reposar unos minutos.