Corta finamente el perejil.
Vierte medio litro de agua en una cacerola y ponla a calentar en el fuego.
Agrega el arroz, una cucharada de sal, mézclalos y deja cocinar durante 15 minutos o hasta que el agua se evapore completamente.
Mientras el arroz se cocina, casca los huevos y viértelos en un bol mediano.
Añádeles la otra cucharadita de sal, el perejil, el queso rallado y un poquito de pimienta al gusto.
Mezcla todos los ingredientes y seguidamente coloca el bol en la heladera hasta que el arroz termine de cocinarse.
Cuando se haya evaporado toda el agua, retira la cacerola del fuego, incorpora la mezcla preparada en el paso 5, remuevela rápidamente y déjala reposar alrededor de 15 minutos hasta que se enfríe.
Toma la masa obtenida con una cuchara, arma las croquetas con ambas manos y colócalas en un plato.
Una vez armadas las croquetas pásalas por el pan rallado y cúbrelas completamente.
Pon a calentar la sartén con suficiente aceite a fuego alto.
Cuando el aceite esté caliente agrega las croquetas y déjalas freír hasta que estén doradas.
Retiralas del sartén y colócalas en un plato con una servilleta de papel para que absorba el exceso de aceite.