Coloca media taza de azúcar granulada en una cacerola pequeña y añade 3 cucharadas de agua para hacer el caramelo del flan. Derrite el azúcar durante 5 a 10 minutos. Tapa la cacerola los primeros 3 minutos de cocción del caramelo, con este truco lograrás que se cocine de forma pareja y no cristalice. Luego destapa y agita la cacerola para una cocción pareja y uniforme hasta que obtenga un color ámbar oscuro.
Vierte el caramelo en el molde para el flan y espárcelo bien para que cubra toda la superficie. Hazlo muy rápido y mientras el caramelo está caliente.
Vierte en una olla profunda 3 tazas de leche entera y agrega ½ taza de azúcar. Dejalo que caliente y alcance una temperatura de 160-180 °C.
Coloca en un bol 5 huevos enteros y 5 yemas de huevo, incorpora ½ taza de azúcar y una pizca de sal y bate muy bien esta mezcla de huevo.
Templa la mezcla de huevo una vez que la leche alcance la temperatura justa. Comienza a incorporar la leche suavemente a los huevos mientras bates de forma constante. Luego incorpora ¼ cucharada de extracto de vainilla.
Transfiere la mezcla al molde donde antes habías puesto el caramelo y llevalo al horno a 325 °F en baño de María durante 50 o 60 minutos. El punto perfecto para saber que está listo es cuando sacudes el molde y ves que en el medio se mueve. No debes preocuparte porque la natilla no esté hecha, recuerda que más tarde se endurece con el fresco y el frío de la nevera.
Dejalo reposar y refrescar hasta que alcance temperatura ambiente. Refrigera unas 4 horas o hasta que endurezca bien y listo.