Primero precalentamos el horno a 200ºC con calor por arriba y abajo sin ventilación.
Mientras tanto, majamos el ajo con una pizca de sal, luego le añadimos el aceite de oliva, el perejil finamente picado y la pimienta.
Mezclamos todo muy bien para que se integren los ingredientes y reservamos.
Por otra parte, lavamos los champiñones como explicamos anteriormente, primero en un recipiente con agua, luego bajo el grifo pasándole un cepillo fino.
Los escurrimos bien, secando el exceso de agua con un papel de cocina y los colocamos encima de una bandeja para horno.
Vertemos el aliño por encima de los champiñones de manera que queden bien cubiertos para que el sabor sea parejo.
Llevamos al horno precalentado, bajamos la temperatura a 180ºC y horneamos por 15 minutos, hasta que al pincharlos con un tenedor se noten tiernos y tengan sus bordes dorados.