Limpia los calamares eliminando las aletas, la piel oscura, la espina y la boca. Lava bien los tentáculos y separa la cabeza. Si compras calamares ya limpios, este paso será más rápido.

Corta los calamares en anillos y los tentáculos en trozos pequeños.

En una olla, calienta unas cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados. Cocina durante 5-10 minutos, removiendo hasta que estén dorados y fragantes.

Incorpora los calamares al sofrito. Cocina a fuego alto durante unos minutos, removiendo constantemente.

Vierte el vino blanco y añade la tinta de calamar. Sazona con sal y pimienta al gusto. Cocina durante 5 minutos para que el alcohol se evapore. Si deseas, puedes añadir un tomate rallado o una cucharada de salsa de tomate para un toque extra de sabor.

Disuelve la harina en un poco de agua fría y añádela a la olla. Remueve bien para integrar y evitar grumos.

Tapa la olla y cocina a fuego bajo durante 30-45 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue.

Unos minutos antes de terminar, incorpora el perejil fresco picado para realzar los sabores.

Sirve caliente acompañado de arroz blanco, que es ideal para absorber la deliciosa salsa negra, o con patatas fritas si prefieres un contraste más crujiente.