Mezcla el pan rallado con la nata líquida en un bol y deja reposar 5-10 minutos.

Combina las carnes picadas, la cebolla, el huevo, las especias y la sal.

Añade la mezcla de pan rallado y mezcla bien hasta obtener una masa uniforme.

Con las manos húmedas, da forma a las albóndigas (aproximadamente 25-30 g cada una).

En una sartén grande, calienta mantequilla y aceite a fuego medio. Dora las albóndigas en tandas, girándolas para que se cocinen uniformemente. Reserva.

En la misma sartén, añade el caldo de pollo y raspa los jugos del fondo.

Incorpora la nata líquida y cocina a fuego bajo, removiendo constantemente.

Espesa la salsa con harina o maicena si lo deseas.

Vuelve a colocar las albóndigas en la sartén con la salsa y cocina a fuego bajo durante 10 minutos.

Pela, corta y hierve las patatas en agua con sal hasta que estén tiernas (aproximadamente 15 minutos).

Tritura las patatas y mezcla con la mantequilla y la leche caliente hasta obtener una textura cremosa.

Coloca una porción de puré de patatas en el plato.

Añade albóndigas con salsa, rodajas de pepino en vinagre y una cucharada de mermelada de arándanos rojos.