Si amaneciste con ánimos para preparar un suculento desayuno o tienes algunos invitados especiales, entonces hoy tienes la excusa perfecta, pues estamos celebrando el Día de la Tostadas Francesas, más conocida por las personas como pan de tortilla o pan de huevo.
Y nada mejor para celebrar este día que conociendo todos los secretos que guarda esta particular receta capaz de complacer a los paladares más exigentes.
Es por ello que te invitamos a conocer las razones por las cuales la Tostada Francesa ha sido merecedora de contar con un día en el calendario de efemérides gastronómicas del año y compartir las experiencias con amigos y familiares.
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La Tostada Francesa es una de las recetas más exquisitas elaboradas a base de huevos y leche, los cuales se mezclan todos juntos.
Una vez batidos ambos ingredientes, el pan se sumerge en dicha mezcla para freírlo hasta que esté dorado. Muchas personas gustan de añadirle canela, vainilla y un poquito de azúcar, en dependencia a los gustos y costumbre de cada región donde se consume la Tostada Francesa.
La Tostada Francesa gusta mucho a personas de todas las edades, desde los mayores hasta los más pequeños de la casa, para estos últimos, este bocadillo tiene una particular manera de servirse.
Generalmente se cortan en palitos y luego se sumergen esos palitos en almíbar. También es muy usual adicionar frutos secos que imprimen a la tostada francesa una textura crujiente que tanto ellos disfrutan.
Ah, ¡algo muy importante!, no olvides rebozarla con una nata, una pequeña porción, para dar tu estocada final a desayuno o brunch.
Cuando lees el nombre de esta deliciosa tu mente, de seguro, se remontó a que el origen de la Tostada Francesa fue en Francia. Pero, nada más lejos de la verdad.
En realidad, aunque el nombre de la receta así lo sugiere, la Tostada Francesa hizo su aparición por vez primera en la época del Imperio Romano, alrededor del Siglo II.
De acuerdo con los historiadores gastronómicos, ya para esa época habían textos que describían la elaboración de un plato similar en el que se rebanada una especie de pan blanco, el cual se partía en trozos grandes, posteriormente se quitaba la corteza, se remojaba en leche para finalmente freírlos en aceite.
Un procedimiento baste similar al que se utiliza al día de hoy en diferentes regiones.
Otra de las teorías acerca del origen de la Tostada Francesa nos cuenta que su nombre procede específicamente de la ciudad norteamericana de Nueva York.
En los albores del año 1724, el cocinero Joseph French las preparó por primera vez, y por un error en la pronunciación del término en idioma inglés, olvidó el apóstrofe que indica en la gramática inglesa posesión, French´s Toast, de ahí que se denominó en lo adelante tostadas francesas en vez de tostadas de French, como debió haber sido. ¿Interesante, verdad?
Cada año, el 28 de noviembre es la fecha escogida para celebrar el Día de la Tostada Francesa.
La fecha en cuestión se festeja como Día Nacional en los Estados Unidos, pero cierto es que ya varias naciones se han unido a la iniciativa.
El Día de la Tostada Francesa se aprovecha por los amantes de la cultura culinaria, con énfasis a los platos elaborados a base de huevos, leche y pan para publicar la correcta forma de elaboración y otras variantes, a partir de la tradición y consejos de diferentes Chefs.
Es un día donde se utilizan las Redes Sociales para compartir opiniones relacionadas con esta joya de la culinaria y otros temas de interés.
El Día de la Tostada Francesa puede celebrarse con diferentes y auténticas formas. A continuación te compartimos algunas de las iniciativas para no dejar pasar por alto tan importante efeméride gastronómica.
Alrededor del Día de la Tostada Francesa giran muchas curiosidades. A continuación compartimos contigo algunas de las más atractivas e interesantes relacionadas con este exótico plato.
En Francia a las Tostadas francesas se les denomina “pain perdu”, frase que, en un acercamiento al español significa pan perdido.
Este nombre obedece a que tanto en este país como en el resto de los países europeos, los campesinos solían utilizar el pan viejo que sobraba para introducirlo en un recipiente con leche y huevos batidos, que una vez fritos en una sartén, cobraban vida y se convertían en un nuevo plato para la alimentación de la familia.
Otras de las versiones relatan que el adjetivo “francesa” tuvo un carácter comercial, pues anteriormente para elevar la categoría de los platos que se comercializaban se le adicionaba este nombre, de ahí que fuera empleado en restaurantes y otras instituciones para subir el precio a los mismos, por el único hecho de tener una relación con Francia.
Si eres amante de la cultura culinaria, te invitamos a que te sumes a las celebraciones de este exótico día y a que compartas con tus amigos y familiares degustando esta joya de la gastronomía.
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