Estoy segura de que esta receta de Salmón al Horno les encantará, no solo por lo deliciosa que queda sino porque además es súper fácil, y rápida de hacer y encima tiene muy pocos ingredientes.
Conociendo esto creo que no necesito describirles de otra forma como me ha encantado hacerla, por eso quiero compartirla con ustedes, así van guardando en el recetario otra forma más de disfrutar el salmón.
Pero bueno, no los demoro más y los dejo con todo lo que necesitamos y la elaboración de esta exquisitez.
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Ya les compartí el paso a paso, pero también quiero resaltarles todo lo que deben tener en cuenta para que el salmón siempre les queda muy jugoso, en el punto de cocción correcto y extra exquisito.
Independientemente si los quieren consumir con piel o sin ella les recomiendo que durante el horneado se la dejen porque es la mejor forma para que el filete retenga sus jugos.
Luego de que esté listo el salmón al horno si desea retirarle la piel podrás hacerlo sin problemas pues se despega con facilidad, si usas un tenedor te será mucho más fácil.
Otro truco sencillo es agregarle la sal justo antes de cocinarlo y no con anterioridad a este momento por el motivo de que la sal durante mucho tiempo puede recercar el salmón, evitando que al final de la cocción quede jugoso.
Y, por último, pero no menos importe, es que debemos velar por no pasarnos en el tiempo de cocción porque eso solo terminará arruinando el resultado que buscamos.
El salmón se cocina muy rápido, así que con 12 o 15 minutos bastará para que esté listo.
No obstante, te doy una guía de temperaturas óptimas para comprobar que el salmón al horno está en el punto adecuado, eso si deberás auxiliarte de un termómetro de cocina para ser más precisos.
Por encima de los 43 °C y sin pasar los 60 °C nuestro salmón estará súper jugoso, para comprobarlo introduce el termómetro en su extremo más grueso.
Ten en cuenta que si está por debajo de los 43 °C seguirá estando crudo, sin embargo, a los 52 °C, estará en un término medio crudo.
Pero si sobrepasa los 60 °C, ten cuidado porque entonces estará demasiado cocido y se secará.
Si no tienes un termómetro, te sugiero comprobar si el salmón está listo de la siguiente forma:
Primero verifica su color al pincharlo con la punta de un cuchillo en la parte más gruesa, si notas su interior de color rosa translúcido es que está perfecto.
El salmón se sigue cocinando con el calor residual, por esto, lo mejor es retirarlo del horno antes de alcanzar los 60 °C.
Todos estos trucos que te he mencionado aplican para cualquier receta con salmón que prepares, si los tienes en cuenta y cumples con ellos tus platillos quedarán perfectos, siempre.
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