Si nunca has probado una tortilla de espinacas, te recomiendo hacerlo con esta exquisita y fácil receta.
Si por el contrario, ya has tenido la oportunidad de hacerlo pero quieres elaborarla con tus propias manos, entonces esta receta será perfecta para ti.
Con ella, además, tendrás siempre una alternativa ligera, sana y deliciosa para incluir más verduras a tu alimentación, incluso para que los más pequeños de la casa también se animen a disfrutarla.
Pongamos manos a la obra y cocinemos esta sencilla receta de tortilla que seguro se convertirá en una de tus favoritas.
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Como les describí en el paso a paso, hacer una tortilla de espinacas es muy fácil, pero para que nos quede verdaderamente sabrosa hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta.
Por ejemplo, la base de esta receta son los huevos y las espinacas, pero como estas últimas contienen mucha agua lo ideal es escurrirlas muy bien antes de agregarla a la tortilla, si tienes un centrifugador será perfecto, pero también puedes usar un colador para agitarlas hasta eliminarle toda el agua, si lo haces utilizando un plato para taparlo te resultará mucho más fácil.
En cuanto a los huevos, lo recomendable es que sean muy frescos, así nuestra tortilla quedará con mejor sabor y calidad garantizada.
Otro aspecto es el relacionado con los ingredientes extras que le agreguemos, en este caso la cebolla y el ajo que si no les gustan pueden excluirlos, pero les explico mis razones por las cuales siempre se lo añado.
La cebolla caramelizada le aporta mucha jugosidad y sabor a la tortilla, es como el plus de una receta simple y además hace función de equilibrar el sabor para que no prevalezca solo el de la espinaca.
Con el ajo sucede algo muy similar, no respecto a la jugosidad, pero si al sabor que le aporta, si lo hacen como les digo podrán darse cuenta, sumándole el hecho de que con estos dos ingredientes extras también le añadimos más nutrientes al plato.
Otras variantes que me encantan son las de tortilla de espinacas y patatas o con queso, aunque en el caso del queso podemos agregarlo a cualquier versión que preparemos de esta receta y siempre acertaremos.
Sin dudarlo también podemos preparar tortilla de espinacas congeladas, lo único que varía en este sentido es su previa preparación.
Es decir, debemos dejar que las espinacas se descongelen por completo unos minutos antes de cocinarlas y las escurrimos muy bien antes de añadirlas a la sartén.
Si aun así notamos que continúan soltando agua mientras se cocinan, esperamos que se evapore en su totalidad antes de agregar lo huevos, porque de lo contrario cambiará muchísimo la consistencia de la tortilla.
Por su parte, el queso lo agregaremos cortado en pequeños trozos justo cuando notemos que los bordes comienzan a cuajarse.
Removemos un poco para integrarlo y damos vuelta a la tortilla para que se termine de cocinar en el punto que más nos guste.
El tiempo de cocinado depende de cómo nos guste, si más o menos cuajada. No obstante, recordemos que al agregarle queso no quedará tan tierna por dentro como sucede en otras recetas.
Una vez lista, sea esta variante, las anteriores u otras, podrás degustarlas tanto como desayuno, como almuerzo o cena, te aseguro que es una opción muy ligera y deliciosa, además como pudiste comprobar, es muy fácil de preparar.
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