De las recetas con berenjena, sin duda una de las más que preparamos son las rebozadas, pero claro, esta también tiene su truco para que quede perfecta.
Lo que buscamos siempre al hacer berenjenas rebozadas es que quede con un exterior bien crujiente y apetitoso nada más de verlo, sin olvidarnos de su interior jugoso y suave.
Nada más de describirlo se nos hace agua la boca, y es que realmente son deliciosas, por eso hoy te mostramos cómo hacerlas.
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Hay muchas maneras de hacer berenjenas rebozadas, todas acompañadas de un truco simple para que quede lo mejor posible.
La mayoría consiste en emplear técnicas sencillas para quitarle el amargor a la berenjena, que ya sea cruda o cocida, siempre estará presente si no hacemos algo para reducirlo.
En este sentido seguramente ya has escuchado algunos de ellos, pero vamos a repasarlos por si se te ha quedado alguno en el olvido y de ahí valoraremos cuál emplear en esta receta.
El primero, es el truco de la leche, sal y agua, que consiste en sumergir por 30 minutos la berenjena ya picada una vez mezclados estos ingredientes.
Este es muy efectivo, pero a la vez, también es más costoso que el resto de los que mencionaremos.
Otro que utilizamos muchísimo es tan simple como añadirle sal y dejar que las berenjenas suden por 15 o 30 minutos para escurrir todo ese líquido oscuro que contiene el amargor y luego de esto o la aclaramos con agua o secamos bien con un papel cocina para retirarle además el exceso de sal.
Un tercer truco vendría siendo el de la cerveza o la soda, que ya habíamos comentado en la receta anterior de berenjena frita, este es uno de nuestros favoritos.
Y también tenemos el que les proponemos hacer para la receta de hoy, que solo consiste en empelar agua y sal, les aseguramos que nuestras berenjenas rebozadas quedarán estupendas.
De todas formas, tu siempre puedes elegir siempre el que más te guste, por eso te damos varias opciones.
Ahora bien, para darles el acabado perfecto es necesario tener en cuenta la temperatura del aceite al momento de freírlas.
Aquí lo importante es que no esté demasiado alto para no quemarlas por fuera y que se queden crudas en su interior, ni tampoco tener el fuego demasiado bajo para que no absorban mucha grasa.
Por tanto, solo vamos a cocinar las berenjenas rebozadas en aceite caliente manteniendo el fuego en temperatura media alta hasta que estén doradas.
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